31 mayo, 2006

Hoy mas que nunca...


"No Importa La Distancia"
Una vez soñé
Que en algún lugar
Yo podría ser alguien
Si lograse amar
Y también soñé
Que si he de triunfar
Mi orgullo aferrado
Tendré que superar.
Un día llegare
No importa la distancia
El rumbo encontrare
Y tendré valor
Paso a paso iré
Y persistiré
A cualquier distancia
Yo el amor alcanzare.
Una vez te vi
Era todo irreal
Y aunque fuese un sueño
Te sentía junto a mi
Sé que estas ahí
Que te encontrare
Aunque tarde una vida
Yo jamas renunciare.
Un día llegare
No importa la distancia
El rumbo encontrare
Y tendré valor
Paso a paso iré
Y persistiré
A cualquier distancia
Yo el amor alcanzare.
Mas allá de toda gloria
Del orgullo y el valor
El poder de un héroe
Esta en su corazón.
Un día llegare
No importa la distancia
Junto a ti estaré
Con tu resplandor
Paso a paso iré
Y persistiré
A cualquier distancia
Yo tu vida y tu amor tendré.
Hoy mas que nunca nesecito recordar esta cancion, no solo porque fue con la que entre a mi fiesta de 15 con mi vestido azul, sino porque No Importa la Distancia Yo el Amor Alcanzare...

24 mayo, 2006

La Leyenda de la Rosa Azul.

La Rosa Azul, dicen que es la Rosa del Olvido, que cuando uno aspira su fragancia, le devuelve la paz, borra las penas, sin que recuerdes mas que los momentos felices...
En un país muy lejano, vivía un emperador sabio y bondadoso, con su hija llamada Gala, tan bella como inteligente.
Gala se había enamorado de un muchacho que cuidaba los caballos pura sangre, Esteban se llamaba.
Un día su padre se entero de los amores de su hija y decidió enviarla lejos a la casa de unos parientes, alertando a ellos que cualquier nota o carta que intentase enviar y no fuera para él, fuese destruida sin que ella lo supiese.
La muchacha partió una noche de tormenta, después de haberse jurado durante horas amor eterno con Esteban y prometiéndose escribir diariamente.
El padre comenzó a divulgar una relación de su hija, con el hijo de unos viejos amigos de la familia.
Destrozado por esto Esteban partió del país en busca de fortuna y con la esperanza de olvidar a la única mujer que había amado.
Mientras tanto Gala escribía todos los días, desconociendo que sus cartas eran destruidas y extrañada de no tener noticias de Estaban, pidió a su padre que la dejase regresar.
Unos meses mas tarde volvió feliz con la esperanza de verlo, pero espero días y días y Esteban no aparecía.
Un día decidió preguntar a su padre por el pueblo en general y después de nombrar cada evento hablo por fin de Esteban y dijo que se había marchado y se comentaba que se había casado con una bella mujer.
Cuando Gala escucho esto, creyó morir, cayo enferma y la pena se instalo en su mirada, ocultando las lagrimas de sus ojos, marcho hacia su alcoba y dio rienda suelta a su dolor.
Pasaron días y Gala continuaba así, los médicos no sabían que tenia y no le daban mucho tiempo de vida, por que lo que ella tenia no lo curaba ninguna medicina, se estaba muriendo de amor.
El padre no sabia que hacer y decidió ofrecerla en matrimonio, pero Gala solo por que no tenia fuerzas para oponerse y ya le daba lo mismo todo, puso una condición, dijo que estaba dispuesta a casarse con aquel que le ofrezca una Rosa Azul.
Nadie había visto nunca una Rosa Azul
¿ En qué jardín del mundo florecería aquella flor?
Se presentaron cientos de pretendientes con rosas rosas, rojas, amarillas, blancas, moteadas, chinas, ibéricas, pero ninguno con una rosa azul, así pues la lista se redujo solo a tres un rico mercader, un valiente guerrero y un alto jefe de justicia.
El mercader no era un soñador, sino un hombre muy sensato. De modo que, muy sensatamente, se dirigió a la mejor florería de la ciudad, donde, con toda seguridad, debía hallar lo que buscaba. Se equivocó. El florista no había visto jamás una rosa azul en todos sus años de comerciante. Pero el rico mercader ofrecía una fortuna a cambio de esa extraña flor, y el florista prometió ocuparse de buscarla.
Por su parte, el pretendiente guerrero, que había conocido tierras maravillosas en sus campañas, optó por dirigirse hacia el país del rey de los Cinco Ríos. Sabía que era un soberano riquísimo, en cuyo reino desbordaban los tesoros. El guerrero partió acompañado de cien soldados, y aquella comitiva armada y deslumbrante, causó una profunda impresión en el rey de los Cinco Ríos, que temiendo un ataque, ordenó a sus servidores que corriera a traer la rosa azul para ofrecerla al caballero que la pedía. Volvió el criado trayendo en sus manos un estuche afelpado. Cuando lo abrió, el guerrero quedó deslumbrado. Dentro del estuche había un hermoso zafiro tallado en forma de rosa.
Sin duda era un presente real, y el guerrero, seguro de su triunfo, regresó con la joya a su país. Pero la princesa movió la cabeza al contemplar la joya. El presente del guerrero no era más que eso, una piedra preciosa, no una flor verdadera. Aquel regalo no correspondía a la condición exigida.
Poco tardó el mercader en saber que su rival había fracasado, y volvió a urgir a su florista para que le consiguiera la rosa azul. El comerciante se desesperaba sin resultado alguno, hasta que un día, su esposa, mujer llena de astucia, creyó encontrar la solución. Nada más fácil que teñir de azul una rosa blanca, y con ello, el mercader lograría la mano de la princesa y ellos una cuantiosa fortuna. Imposible describir la alegría del rico mercader cuando el comerciante de flores le hizo saber que ya había encontrado lo que necesitaba. Corrió a la florería, tomó la flor de pétalos azules y no demoró un segundo en llegar al palacio. Y cuando todos creían que el mercader había alcanzado su premio, la inteligente princesa movió su bella cabeza y dijo:
—Eso no es lo que yo quiero. Esta rosa ha sido teñida con un líquido venenoso que causaría la muerte a la primer mariposa que sobre ella se posara.
No acepté la joya del guerrero ni acepto la rosa falsa del mercader.
Yo quiero una rosa azul.
A su vez, el alto jefe de Justicia, que había asistido al fracaso de sus dos rivales, vio que el campo quedaba libre para él.
Pensó mucho tiempo en la forma de hallar la rosa azul que la princesa quería, y por fin, una idea feliz surgió en su mente. Visitó en su taller a un exquisito artista, y le pidió que hiciera un vaso de porcelana fina, donde debía pintar una rosa azul. El artista se esmeró en su obra, y cuando se la presentó al alto jefe de justicia, no dudó éste ni un momento que el triunfo era ya suyo. Con esta seguridad se presentó ante la princesa. La joven quedó realmente admirada ante aquel trabajo. Nadie había visto nunca un vaso de porcelana tan bello y transparente, y la rosa azul en él pintada, lo convertía en una verdadera obra de arte. Pero aunque admitió el regalo y lo agradeció con gentil gesto, tuvo que confesar que no era una rosa pintada lo que ella quería. Mucho lo lamentaba, pero tampoco el alto jefe de justicia había encontrado lo que ella pedía para conceder su mano.
La ingeniosa princesa se había salido con la suya, sin que su padre pudiera hacerle el menor reproche.
Desde entonces ya nadie volvió a hablar del casamiento de la princesa, ni se presentó ningún otro pretendiente a aspirar su mano, con gran regocijo de la joven.
Una mañana llego a oídos de Esteban lo que ocurría en su reino, rápidamente y sin dudarlo partió en busca de su amada.
Un día se presento en el palacio un joven que vestía las mejore galas lleno de honores títulos y tierras para pedir la mano de la princesa, cuando la princesa lo vio se le ilumino el rostro, pero su padre exigía que él traiga una rosa azul, a lo que ella contesto que la Rosa Blanca que el tenia entre sus manos era exactamente la Rosa Azul que ella estaba buscando.
Un murmullo se levanto en la sala del palacio, pero el emperador vio tan feliz a su hija que dijo que si ella había exigido tal condición y ahora decía que aquella Rosa era Azul, nadie podría dudarlo.

Todo depende del color que con el que se mire, la princesa miro la Rosa con el Corazón y no con los ojos.

15 mayo, 2006

Vestido Azul

Sólo una palabra,
se hubiera llevado el dolor.
Con el beso amargo de aquel licor,
hubiera bastado, mi amor.
Sólo una mentira,
se viene conmigo a pasear.
Sentirme querida,
en aquel abrazo en el mar.
Con el vestido azul que un día conociste,
me marcho sin saber si me besaste antes de irte.
Te di mi corazón y tú lo regalaste,
te di todo el amor que pude darte y me robaste.
He rasgado mi vestido con una copa de vino,
hoy tu amor corta como el cristal.
En el cielo hay playas donde ves la vida pasar,
donde los recuerdos no hacen llorar:
vienen muy despacio y se van.
Sólo una caricia,
me hubiera ayudado a olvidar
que no eran mis labios,
los que ahora te hacen soñar.
Con el vestido azul que un día conociste
me marcho sin saber si me besaste antes de irte.
Te di mi corazón y tú lo regalaste,
te di todo el amor que pude darte y me robaste.
He rasgado mi vestido con una copa de vino,
hoy tu amor corta como el cristal.
Buena suerte en tu camino
yo ya tengo mi destino
con mi sangre escribo este final.

La Oreja De Van Gogh

PD: No es que de la felicidad completa ahora me quiera suicidar...estoy muy bien solo que esta cancion me gusta mucho....

08 mayo, 2006

Oda al día feliz

Esta vez dejadme ser feliz.
Nada ha pasado a nadie.
No estoy en parte alguna.
Sucede solamente que soy feliz,
por los cuatro costados del corazón,
andando, durmiendo o escribiendo.
Qué voy a hacerle, soy feliz.
Soy más innumerable que el pasto en las praderas,
siento la piel como un árbol rugoso,
y el agua abajo,
los pájaros arriba,
el mar como un anillo en mi cintura,
hecha de pan y piedra la tierra.
El aire canta como una guitarra.
Tú a mi lado en la arena eres arena,
tú cantas y eres canto,
el mundo es hoy mi alma,
canto y arena.
El mundo es hoy tu boca,
dejadme en tu boca y en la arena ser feliz.
Ser feliz porque sí, porque respiro,
y porque tu respiras.
Ser feliz porque toco tu rodilla
y es como si tocara la piel azul del cielo y su frescura.
Hoy dejadme a mí solo ser feliz,
con todos o sin todos,
ser feliz con el pasto y la arena,
ser feliz con el aire y la tierra,
ser feliz contigo, con tu boca,
ser feliz.
Pablo Neruda.

03 mayo, 2006

Instantes
(autor: Don Herold, adaptación: Borges)

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres, y jugaría con más niños, si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años... y sé que me estoy muriendo.